No elegimos de quién nos enamoramos. Porque no es algo que podamos controlar; no es algo que ocurra poco a poco, es algo que te arrasa como un tsunami.
Y un tsunami no elige qué casa va a destruir y cuáles no.
Simplemente arrasa con todo.
Cuando quieras abandonar.
mira hasta donde llegaste y piensa si merece la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario